martes, 11 de febrero de 2014

Capítulo 1: Un simple poema

Cuántas veces no hemos preguntado la existencia de nuestra alma gemela, en algunas ocasiones solo necesitamos que alguien nos señale la senda correcta.

Sólo se ve bien con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.

Una tierna joven miro la frase escrita en una tarjeta llena de colores y formas de corazón a pocos días de San Valentín, entregándose totalmente al significado de la misma, no se percato del joven del otro lado de la tienda que la apreciaba cálidamente.

Los dos jugaban con los objetos en la tienda, ella buscando el mejor regalo y él buscándola a ella. Era cuestión de tiempo, por las calles solo se miraban globos de todas las formas pero matizados por los colores del mes, rojo, blanco y rosa. Todo te recordaba esa fecha y que, aunque quisieras, no podías escapar de ella, ni tampoco borrarla del calendario.

La chica salió de la tienda con un libro de poemas adornado por una significativa rosa en color blanco. Era muy dulce a su 16 años, con una cabellera castaña oscura que hacia juego con su tez y su cuerpo de adolecente. Era hermosa y Luis estaba totalmente enamorado de ella.

Luis no sabía cómo acercarse, pero tenía la esperanza que la fecha de los enamorados le diera el valor para declarar lo que sentía. De inmediato corrió a buscar el libro que ella había comprado. Paula se fue a sentar al parque frente a la tienda de regalos, buscando un lugar con sombra para leer un poema de amor de su nueva adquisición.

Comenzó a hojearlo buscando uno que la inspirara, mientras Luis, nervioso dejo caer el libro que se abrió, dejando ver uno de los tantos poemas que contenía.

El título de poema era
- Para que el amor llegue - los dos chicos aunque separados, se habían topado con el mismo poema.

Un viento fresco y lleno de paz invadió toda la ciudad. Los dos comenzaron a recitar el poema, parecía un hechizo.

En esta fecha de amor, un ángel se arma con un arco
Y con sus flechas busca que encuentres el amor
Él sabe lo que buscas, y te ayuda a encontrarlo
Solo pide una cosa para los nuevos enamorados
Nunca se olviden, de que Cupido los ha flechado.


Los dos terminaron al mismo tiempo. Un extraño joven con camisa de manga larga roja, cabello oscuro y una cara de niño travieso se detenía frente a la tienda de regalos, mirando como Paula guardaba su libro en le mochila, por el reflejo del vidrio mientras que Luis hacia lo propio colocándolo en el estante de donde lo había tomado.

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