Al día
siguiente, una lluvia fría sorprendió a todos. Paula no se separaba de su libro
de poemas y hoy no era una excepción, fue directo a una cafetería cerca de la
tienda de regalos, donde planeaba reunirse con sus amigas. Tomo asiento para esperar,
mientras leía más páginas de su libro. Para su sorpresa se acerco un joven,
vestido totalmente de blanco solo una franja roja que bajaba por su hombro
derecho que resaltaba de su conjunto y de ánimo caballeroso y cortés, le
pregunto
- ¿Me puedo
sentar? - Paula respondió cuando encontró su rostro con la mirada
-
Únicamente por uno momento - no sabía que mas decir a un chico tan atractivo -
Pronto llegaran mis amigas
- Ésta
bien - mientras tomaba la silla junto a Paula. Ella se ruborizo - Yo leí ese
libro de poemas hace mucho tiempo - el joven quería una conversación pero Paula
se había perdido en sus ojos de color café oscuro. Estaba atrapada - Entre
la multitud me perdí, pero a la distancia vi tu rostro, tu mirada me guío y en
ella, volví a perderme.
-
Disculpa - Parecía que había escuchado los pensamientos de Paula, esos donde
ella se sentía cálida y protegida al lado de ese desconocido
- Poema
de la página 43 - señalando el libro en las manos de la joven - te dije que
había leído ese libro hace años - mientras los ojos de Paula se llenaban de
sorpresa
- ¿Cuál
es tu nombre? - fue lo primero que se le ocurrió preguntar
-
Valentín, mi nombre es Valentín - mientras daba un trago al café que tenía en
las manos y que, para Paula, había aparecido por arte de magia
-
Nunca te había visto - continuaba el interrogatorio - es una ciudad tan pequeña,
todos nos conocemos, así que supongo que vienes de otro lado
- Acabo
de llegar, pero no estaré mucho tiempo - mientras dejaba vacio su taza de café
- mi fecha límite es el próximo viernes, es cuando las razones que me trajeron
aquí - dudo en terminar la frase - creo que vienen tus amigas - dejo la tasa
sobre la mesa y se acerco a pagar por ella en la caja.
Las
amigas de Paula se acercaron a saludarla mientras ella seguía viendo al
desconocido, éste se acerco para despedirse de su nueva amiga - Fue un gusto platicar contigo Paula - y se fue por el otro lado
de la calle, desapareciendo en la esquina
El café
de Paula se había enfriado, sus amigas no dejaban de hacer esas miradas, las
que solo hacen cuando alguien guapo esta con una de tus amigas. Ellas
solicitaron toda la conversación, con cada detalle
- Pues
su nombre es Valentín - Lo que Paula no se dio cuenta fue que a dos mesas de
ella estaba Luis, con su hermana platicando de la sorpresa para su esposo.
Cuando la hermana se fue al baño, Luis solo dijo
- Así
que su nombre es Valentín - mientras parecía que ardía por dentro y deseaba romper
la tasa con los dientes
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